Tardío
Para cuando alcanzó sus entrañas, la memoria de Santiago escupió un recuerdo en el que su madre le golpeaba con un bastón, haciéndole pagar por el abandono del único hombre amado. Un maltrato que se vería perpetuado por una esclavitud inevitable por parte del hijo. De repente, el recuerdo de Santiago se desvaneció, dando paso a un cielo azul que nunca antes había sobrevolado los oscuros manglares de su mente. Luego sintió frutas tropicales estrujadas sobre su nuca y las olas de un mar esculpido en zafiros devorando la cama, el recuerdo de personas que nunca conoció, el placer como una nube elástica que podía ser estirada durante mucho más tiempo. Sus pupilas golpeaban el techo de los ojos, eclipsados por el drenaje de los pesares contenidos.
Cuanto tiempo había tardado en salir al mundo, pensó Santiago minutos después, arrodillado sobre una cama mojada de lágrimas y sudor, con la espalda salpicada por la fruta que una ninfa del trópico devoraba satisfecha.
June 18th, 2017